Lobos Oculares


Historia extraída del libro "Cuentos de la Buena Pipa" 

La popular enfermedad llamada "Conjuntivitis" era conocida con el nombre de "Lobos Oculares" en el antiguo pueblo de Añocam. La teoría de la gente de este extraño pueblo era que pequeños lobos vivían en las cabezas de la gente. Habitaban principalmente en los ojos de las personas, moviéndose por debajo de la piel de  la cara para así alcanzar fácilmente las orejas, lugar donde se alimentaban del cerumen de la persona. Lo que nosotros denominamos "Lagaña" era para los habitantes de Añocam el excremento de estos pequeños lobos que vivían en nuestros ojos. En la época de contagio se creía que los lobos defecaban de mas debido a problemas intestinales y ahí era cuando los ojos se llenaban de "lagaña", o excremento de lobo para los Añocam. 

  • (Anotación al margen que aparecía en el texto original, con lapicera azul: De esta forma la gente encontro una forma de cagarse en la ciencia



Por lo menos


El encontro una sonrisa en un cajon
Y no supo porque la guardaba
El encontro su ventaja en la perdicion
A lo lejos el barco llegaba

Encontro la salida en el callejón
Supo esquivar la mordida
Abriendo la caja de los recuerdos
Encontro su verdad perdida

Y ya no piensa al caminar
Y no se rie al reir
Pero es capaz de mirar su reflejo
Y saberle sonreir 

Consolado en el divan
Ya no se acuerda que es vivir
Pero su risa cotidiana
Quiere ver el sol salir



Futuro: El gran negocio

Historia extraída del libro "Cuentos de la Buena Pipa"



_Templo de inspiración, cuna del conocimiento o hábitat de convivencia son algunos de los nombres que no se le peden dar a este decadente establecimiento. No caballero, espere, no piense que soy un anárquico a pesar de mi postura contraria al sistema de educación actual; simplemente estoy haciéndole saber que esto que usted llama “Instituto de enseñanza/educación privada” se parece mas a una empresa que a una escuela. Los profesores están mas interesados en cobrar su sueldo que en enseñar a los alumnos; los directivos no se preocupan mas que por dejar siempre bien parada “la integridad, la calidad educativa y el constate aporte a la comunidad  que posee nuestra institución” y los padres solo se preocupan en mantener al día los pagos mensuales mientras que los alumnos reciben placebos educativos que de poco servirán en su futuro.
Pero tranquilos, que si Ellos quisieran hacer algo para cambiarlo se verían imposibilitados debido a que están sujetos al plan de educación enviado por los cerdos burgueses que prefieren la ignorancia de un pueblo al enriquecimiento intelectual del mismo (Debido, por supuesto, a que esto ayuda a su sometimiento  y facilita la tarea de la lobotomía propagandística).

Dichas estas palabras Pipa se retiro del lugar, no sin antes escribir en la pared: “La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla – Eduardo Galeano”.

Nos veremos otra vez

Empezaba a extrañar muchas de esas cosas que solíamos vivir y eso podía notarse en el gris pesar que tenia sobre mis hombros. No es que no hubiese sol en mis días, sino que este ya no brillaba con la misma intensidad; no es que no escuchara el susurro de la briza, sino que esta ya no me susurraba tu nombre; no es que me sintiera bien con el echo del deterioro, sino que al tener yo una personalidad desgastante creía que ya no había vuelta atrás. Extrañaba desde el simple gesto de tomar mates hasta las extremas vueltas a casa con el sol en la cara. No me queda otra solución que admitirlo: te extrañaba mucho 

Un recorte de cajon

Supuesto fragmento del final de alguna historia incluida en el libro:
"Cuentos de la Buena Pipa" 




... Era una situación bastante fea la que ocurría entre aquellas 4 calles (1 hacia la izquierda, la que cruzaba por enfrente y 2 hacia la derecha; para ser mas especifico)
Estaba atento a todo. Cada luz que se acercaba lo hacia reflexionar ansioso sobre si ese era o no su tren; hasta que se dijo hacia si mismo "No, el que yo estoy esperando tiene luces halogenas, o alucinójenas", tal vez era correcto encerrar las dos opciones. En eso estaba pensando cuando un haz de luz verde atravesó un corto segmento del nublado cielo de aquella noche de Julio; haciendo que aquel hombre refriegue  sus ojos para ver si fue real lo que había visto. El cigarrillo quedo colgado entre sus labios; su mirada, clavada en el cielo, no se movió de su lugar y un perro hambriento y con frió se acostó a sus pies ... Nono había encontrado un hogar y aquel hombre una nueva mascota. 

Tristes Guerras






Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
 
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
 
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.
 
(Cancionero y romancero de ausencias - Miguel Hernández)